El filósofo estadounidense Michael Huemer intenta mostrar en este paper algunos interesantes argumentos
contra el igualitarismo, que a continuación enunciaremos. Como única
aclaración, ante cualquier duda sobre las siguientes premisas y conclusiones,
Huemer se encarga de justificarlas debidamente en dicho paper.
Dice Huemer al inicio: «Parto desde aproximadamente las siguientes tres premisas: (1) si el mundo x es mejor que el mundo y para cada individuo que existe, entonces x es mejor que y; (2) si x tiene una utilidad media más alta, una utilidad total más alta, y no más desigualdad que y, entonces x es mejor que y; (3) el "mejor que" es transitivo. De estas premisas se deduce que la igualdad carece de valor intrínseco y que los beneficios dados a los más desfavorecidos no contribuyen más al valor del mundo que beneficios de igual magnitud a los más favorecidos.»
Tenemos aquí tres mundos. El mundo A tiene 1 millón de personas, todas con un nivel de bienestar de 101. El mundo A+ tiene el mismo millón de personas del mundo A pero con un nivel de bienestar de 102, y otro millón de personas adicionales con un nivel de bienestar de 1. El mundo B, finalmente, tiene 2 millones de personas con un nivel de bienestar de 50.
Dice Huemer al inicio: «Parto desde aproximadamente las siguientes tres premisas: (1) si el mundo x es mejor que el mundo y para cada individuo que existe, entonces x es mejor que y; (2) si x tiene una utilidad media más alta, una utilidad total más alta, y no más desigualdad que y, entonces x es mejor que y; (3) el "mejor que" es transitivo. De estas premisas se deduce que la igualdad carece de valor intrínseco y que los beneficios dados a los más desfavorecidos no contribuyen más al valor del mundo que beneficios de igual magnitud a los más favorecidos.»
Tenemos aquí tres mundos. El mundo A tiene 1 millón de personas, todas con un nivel de bienestar de 101. El mundo A+ tiene el mismo millón de personas del mundo A pero con un nivel de bienestar de 102, y otro millón de personas adicionales con un nivel de bienestar de 1. El mundo B, finalmente, tiene 2 millones de personas con un nivel de bienestar de 50.
Paso
1: A+ es mejor que A
«Weak Pareto Principle»: Para cualquier dos posibles mundos, x e y, si todas las condiciones siguientes se mantienen -
(i) x tiene mayor utilidad total que y,
(ii) x sería preferible a y, desde el punto de vista de una persona perfectamente informada, con interés propio y racional, para cada individuo que existiera en cualquiera de los dos mundos,
(iii) todos los habitantes de x merecen los beneficios que reciben en x, o por lo menos no merecen no recibirlos,
(iv) no existen diferencias moralmente relevantes entre x e y aparte de las diferencias en su distribución de utilidades (por ejemplo, no difieren en cantidades de virtud, o conocimiento, o libertad)
- entonces x es mejor que y.
Vemos que todas las condiciones se cumplen en A+ con respecto a A. Por lo tanto, partiendo de esas premisas, A+ es mejor que A.
Paso 2: A es mejor que B
«Unrepugnant Premise»: Para cualquier dos posibles mundos, x e y, si todas las condiciones siguientes se mantienen -
(i) x tiene mayor utilidad total que y,
(ii) x tiene mayor utilidad media que y,
(iii) ni x ni y tienen desigualdad,
(iv) no existen diferencias relevantes entre x e y aparte de sus distribuciones de utilidad
- entonces x es mejor que y.
Vemos que todas las condiciones se cumplen en A con respecto a B. Por lo tanto, partiendo de esas premisas, A es mejor que B.
Paso 3: A+ es mejor que B
«Pareto Argument»:
1. A+ es mejor que A («Weak Pareto Principle»)
2. A es mejor que B («Unrepugnant Premise»)
3. Si A+ es mejor que A, y A es mejor que B, A+ es mejor que B («Transitividad»)
4. Luego, A+ es mejor que B (por 1. 2. y 3.)
Concluye Huemer: «La comparación entre los mundos A + y B es el paradigma del tipo de casos en los cuales los igualitaristas creen que una distribución más igualitaria es intrínsecamente mejor. Si la igualdad no importa en la comparación de estos dos mundos, entonces es seguro concluir que la igualdad nunca importa.»