martes, 6 de junio de 2017

Anarquía y consenso no-liberal

Para el breve comentario que quiero desarrollar, me gustaría sintetizar en un párrafo la teoría de la anarquía de libre mercado sobre la que razono. Por desgracia, es muy difícil resumir la teoría anarquista en tan reducido espacio, pero quizás pueda explicarse de la siguiente forma.

Básicamente, los anarquistas de libre mercado promueven la privatización de las actividades que se adjudica el Estado (como la seguridad, la defensa y la justicia). En ausencia de Estado seguirían ocurriendo diferentes tipos de conflictos en la sociedad, por lo cual el principal desafío de los anarquistas es describir y desarrollar la ingeniería institucional dedicada a resolverlos. Las soluciones varían en el margen, de acuerdo a cada autor, pero el consenso dentro de la rama es que se desarrollarían empresas de seguridad y arbitraje privadas, cuyas características principales son la voluntariedad y la competencia. El punto central de la teoría anarquista aquí descrita es el fuerte incentivo que tendrían las empresas de seguridad para resolver sus conflictos recurriendo a la solución pacífica del arbitraje privado.

No tengo ninguna crítica a este modelo teórico, y una buena parte de ellas ya están debidamente respondidas en la bibliografía - aunque seguimos esperando que se demuestre que se presenta un equilibrio de Nash fuerte - pero si una extrema prudencia con respecto a su aplicación, dado la escasísima evidencia empírica que existe sobre el tema.

Pero al margen de si es correcto o incorrecto, cabe preguntarse si el marco garantiza algo para el liberalismo como filosofía política. El economista David Friedman, al encontrarse con esta pregunta, contestó:
That is why I have used the term anarcho-capitalist, which describes the institutions, rather than libertarian. Whether these institutions will produce a libertarian society (...) remains to be proven. Under some circumstances they will not.
A continuación dice:
And those on the receiving end— whether of laws against drugs, laws against pornography, or laws against sex—get a lot more pain out of the oppression than their oppressors get pleasure. They are willing to pay a much higher price to be left alone than anyone is willing to pay to push them around. For that reason the laws of ananarcho-capitalist society should be heavily biased toward freedom.

Esto parece plausible, pero requiere ser comprobado mediante evidencia empírica. Si Friedman tuviera razón, entonces podría ser cierto que existe una tendencia institucional hacia una sociedad liberal. Pero creo que esta no es toda la historia. En concreto, creo que la existencia de un consenso liberal, o por lo menos, la no-existencia de un consenso no-liberal, es condición necesaria para que las instituciones que describe la teoría anarquista produzcan una sociedad liberal. Para sostener mi argumento, planteo el siguiente ejercicio mental.

Supongamos que
(1) colocamos la misma sociedad en la que vivimos, en un marco institucional anarquista;
(2) que los anarquistas están en lo cierto y nos encontramos en un equilibrio de Nash que garantiza una estabilidad razonable del sistema.
(3) que existe un consenso no-liberal en esa sociedad.

En tal caso, la mentalidad de la gente no ha cambiado. Si la gente antes de que ocurra (1) demandaba los servicios de un Estado de Bienestar, lo seguirá haciendo luego de ocurrido (1), con la única diferencia que no será un Estado el que se los otorgue, sino otro tipo de instituciones, preferentemente las empresas de seguridad que lo han reemplazado. Dirán los anarquistas que es probable que las instituciones anarquistas impidan este tipo de comportamientos. Pero si asumimos (3), parece extremadamente implausible que el anarquismo logre 'por defecto' resolver este problema. De hecho, los liberales que en tal marco se rehusen a acatar las resoluciones que hayan acordado las empresas de seguridad se encontrarán en una situación análoga a la de los criminales. En síntesis, tendríamos resultados similares a los de los Estados de Bienestar, pero administrados por empresas privadas voluntarias en competencia.

Quizás los liberales confían en que los mecanismos institucionales pueden resolver este problema a su favor. Incluso aunque yo mismo considero estos mecanismos poderosos, me parece extremadamente inverosímil asumir que serían lo suficientemente fuertes como para hacer de contrapeso a un consenso no-liberal. Como mucho podrá argumentarse, como hace Friedman, que la anarquía podría generar los incentivos institucionales hacia una sociedad liberal. Por lo tanto concluyo lo que el sentido común ya nos decía: la anarquía no garantiza una sociedad liberal, y mal hacen los liberales que suponen que una anarquía de libre mercado sería una anarquía liberal por defecto.













viernes, 4 de noviembre de 2016

Contra el igualitarismo

El filósofo estadounidense Michael Huemer intenta mostrar en este paper algunos interesantes argumentos contra el igualitarismo, que a continuación enunciaremos. Como única aclaración, ante cualquier duda sobre las siguientes premisas y conclusiones, Huemer se encarga de justificarlas debidamente en dicho paper.

Dice Huemer al inicio: «Parto
desde aproximadamente las siguientes tres premisas: (1) si el mundo x es mejor que el mundo y para cada individuo que existe, entonces x es mejor que y; (2) si x tiene una utilidad media más alta, una utilidad total más alta, y no más desigualdad que y, entonces x es mejor que y; (3) el "mejor que" es transitivo. De estas premisas se deduce que la igualdad carece de valor intrínseco y que los beneficios dados a los más desfavorecidos no contribuyen más al valor del mundo que beneficios de igual magnitud a los más favorecidos.»






Tenemos aquí tres mundos. El mundo A tiene 1 millón de personas, todas con un nivel de bienestar de 101. El mundo A+ tiene el mismo millón de personas del mundo A pero con un nivel de bienestar de 102, y otro millón de personas adicionales con un nivel de bienestar de 1. El mundo B, finalmente, tiene 2 millones de personas con un nivel de bienestar de 50.

Paso 1: A+ es mejor que A

«Weak Pareto Principle»: Para cualquier dos posibles mundos, x e y, si todas las condiciones siguientes se mantienen -

(i) x tiene mayor utilidad total que y,
(ii) x sería preferible a y, desde el punto de vista de una persona perfectamente informada, con interés propio y racional, para cada individuo que existiera en cualquiera de los dos mundos,
(iii) todos los habitantes de x merecen los beneficios que reciben en x, o por lo menos no merecen no recibirlos,
(iv) no existen diferencias moralmente relevantes entre x e y aparte de las diferencias en su distribución de utilidades (por ejemplo, no difieren en cantidades de virtud, o conocimiento, o libertad)


- entonces x es mejor que y.

Vemos que todas las condiciones se cumplen en A+ con respecto a A. Por lo tanto, partiendo de esas premisas, A+ es mejor que A.



Paso 2: A es mejor que B

«Unrepugnant Premise»: Para cualquier dos posibles mundos, x e y, si todas las condiciones siguientes se mantienen -


(i) x tiene mayor utilidad total que y,
(ii) x tiene mayor utilidad media que y,
(iii) ni x ni y tienen desigualdad,
(iv) no existen diferencias relevantes entre x e y aparte de sus distribuciones de utilidad

- entonces x es mejor que y.


Vemos que todas las condiciones se cumplen en A con respecto a B. Por lo tanto, partiendo de esas premisas, A es mejor que B.




Paso 3: A+ es mejor que B


«Pareto Argument»:


1. A+ es mejor que A («Weak Pareto Principle»)
2. A es mejor que B («Unrepugnant Premise»)
3. Si A+ es mejor que A, y A es mejor que B, A+ es mejor que B («Transitividad»)
4. Luego, A+ es mejor que B (por 1. 2. y 3.)


Concluye Huemer: «La comparación entre los mundos A + y B es el paradigma del tipo de casos en los cuales los igualitaristas creen que una distribución más igualitaria es intrínsecamente mejor. Si la igualdad no importa en la comparación de estos dos mundos, entonces es seguro concluir que la igualdad nunca importa.»

miércoles, 7 de septiembre de 2016

自由主义的原则

如果自由主义声称是乌托邦的框架」,它必须提供某些普遍共存的标准,以便让人类按照每个个体的意愿自由地联想。  这些正义原则就是:自由的原则,财产的原则,合同的原则。


  1. 自由的原则:没有人被迫做他不想做的事情,和没有人被迫不做他想做的事情。
  2. 财产的原则:财产是指在使用稀有物品上的最终决定。因为强迫人们不与周围的环境建立与他们的环境的关系是等于违反自由的原则,所以占有那些之前无所有者的物品是应被允许的。
  3. 合同的原则:双方可以通过合同创造新权利和义务,以便增广彼此的自由。
为什么这三个正义的原则都是基本权利?这三个正义的原则都建立社会交往的一个框架来对称地尊重每个人的行动计划。而且,这些原则都是任何任意群体适用的。

viernes, 19 de agosto de 2016

保护主义与失业

从保护主义角度讲,我国应该禁止或阻碍进口,以便「保护」国内的工业以及避免失业。他们说,如果消费者随便购买国外的产品,从事生产这样的商品的国内工人要么与进口的低价和高质量竞争,要么失去工作。情况显然损害消费者,因为购买力下降了,可是论点强调的是失业的问题。

很遗憾, 如果保护主义者加深分析的话,而不是仅仅观察概况, 他们一定会发现有一个驳倒那个论点的具体原因:进口本质上是出口。

让我们想象两种相关的假设情况来解释并且证明这个至关重要的点。


1)我们首先想象,其他条件不变,进口等于出口。然后,政府采取「保护国内的工业」的措施。这种情况下进口会短期少于出口,但是从长远来看这种情况不可持续的。一旦进口下降了,外币的需求就下降,造成它的价格(汇率)也下降。在浮动汇率的情况下,名义汇率的下降造成实际汇率也下降。在固定汇率的情况下,过程就有点不同。为了保持固定汇率,政府必须买人民已经不想买了的外币,可是为了这样做政府必须印钞票,由此造成通胀。通胀会造成国内产品涨价由此引起进口上升而且出口下降,直到它们彼此相等为止。

因此,降低进口的政策(进口替代战略)同时也是降低出口的政策。进口的降低「保护」就业,而出口的降低则造成失业。所以从长远来看,虽然保护主义的政策没有影响就业水平,但是人民都不像之前那么富:因为贸易不被允许,所以质量和数量降低了,而且价格上涨了。换句说话,保护主义的政策结果降低了实际工资。


2) 让我们想象第二种情况。正如第一种情况的下场,其他条件不变,出口终于等于进口。这一次我们会采取自由贸易的措施(或者出口导向策略),而不是进口代替。 保护主义者一定会说这样做会引起工人失去工作。不过他们又忘了出口。如果进口比出口多,外币的需求会增加,以及涨价(汇率)。既然实际汇率增加了,那就会进口下降同时出口上升,直到他们相等为止。此外,因为物价比较低,人民的购买力也就增加了。因此,国际贸易自由化从长远来看不仅不会影响就业水平,还能让我们越来越有能力购买更高质量与更低价格的商品。


结论

保护主义的政策根本不会挽救失业,因为进口与出口最终一样。如果进口引起失业,出口则创造就业机会。所以,从长远来看,保护主义唯一的作用就是降低购买力,也就是说,人民愈被政府「保护」,就会愈贫穷。那就是出口导向比进口替代有效多了的原因:出口导向促进跟国际贸易并参与国际竞争。 自由贸易实际上就是人民最有效的与贫困作战的方法。











sábado, 13 de agosto de 2016

Proteccionismo y desempleo

En este breve artículo intentaremos explicar los problemas del proteccionismo. El artículo puede leerse en chino aquí.

Dicen desde el lado del proteccionismo que debe dificultarse o prohibirse la importación de bienes con el objetivo de "proteger" los puestos de trabajo que se generan dentro del país, que no existirían, según la retórica proteccionista, si una persona eligiera libremente importar un bien alternativo. Es evidente que se perjudica al consumidor, pero el típico argumento proteccionista va sobre el empleo.


Sin embargo, ¿qué tan profundo han analizado los proteccionistas el asunto? No demasiado. Hay dos razones concretas que refutan todo el argumento proteccionista:  

A) Las importaciones son en escencia exportaciones. 
B) Lo ahorrado se destina a la cración de otros empleos.



A) Las importaciones son en escencia exportaciones.

1.

Partamos, céteris paribus, de una situación donde las importaciones son iguales a las exportaciones, y las importaciones decrecen en virtud de las políticas proteccionistas. En este escenario, las importaciones pasan a ser a corto plazo menores que las expotaciones. Esta situación, sin embargo, es insostenible a largo plazo. Como las importaciones son ahora menos que las exportaciones, se necesitan menos divisas extranjeras (para importar) que divisas locales (para exportar). La demanda de divisas extranjeras cae, y entonces, cae el tipo de cambio real. ¿Cómo?


Si el mercado de divisas es libre, el tipo de cambio real cae a través de una caída en el tipo de cambio nominal. Si el Estado, por el contrario, quiere mantener fijo ese tipo de cambio nominal, debe vender los pesos que se demandan y comprar los dólares que no se demandan. Al hacer esto genera inflación, lo que eleva los precios de los bienes locales en relación a los bienes extranjeros, o lo que es igual, hace caer el tipo de cambio real, como ocurriría si el mercado fuera libre.




En definitiva, el tipo de cambio real más bajo hace más más barato importar y más caro exportar, por lo que las importaciones aumentan y las exportaciones disminuyen hasta igualarse. Por lo tanto, dado que a largo plazo exportaciones e importaciones se igualan (como se igualan demanda y oferta), una política proteccionista que supuestamente cuide los empleos por menor importación, perderá los empleos por menor exportación - una política que desincentiva las importaciones es una política que desincentiva también las exportaciones. Podría decirse en cierto modo que a largo plazo el proteccionismo no tiene impacto en el nivel de empleo, pero si en la riqueza: los habitantes del país son menos ricos por poder acceder a una menor cantidad y/o calidad de bienes - lo que incluye bienes de capital, reduciendo la productividad del trabajador al que se dice defender.


El proteccionismo entonces reduce (¡qué ironía!) los salarios reales en relación a una situación de intercambio libre.

Podemos hacer otro esfuerzo mental sobre el argumento proteccionista contrario, el que nos recuerda el desempleo que traería, supuestamente, la eliminación de las barreras proteccionistas.


2.

Supongamos que tenemos nuevamente igualdad de importaciones y exportaciones, esta vez con proteccionismo, y que de un día para el otro eliminamos todas las barreras proteccionistas. Los proteccionistas aseguran, entonces, que la parte del dinero dedicada artificialmente al mantenimiento de empleos nacionales dejará de existir, pues se utilizará para importar bienes, y esto hará aumentar el desempleo. Sin embargo, se olvidan de deducir qué pasará con las exportaciones.

Si partíamos de una igualdad de importaciones y exportaciones, las primeras crecen una vez eliminadas las barreras proteccionistas. Si las importaciones son mayores que las exportaciones, se necesitan más divisas extranjeras (para importar) que divisas locales. El exceso de demanda de divisas extranjeras hace que el tipo de cambio real aumente (la situación espejo a la que vimos arriba). Los bienes nacionales pasan a ser entonces más baratos para el resto del mundo, y los bienes extranjeros más caros para nosotros, lo que hace reducir las importaciones y aumentar las exportaciones hasta que se igualan.

El resultado: los puestos de trabajo perdidos por las importaciones se compensan con los puestos de trabajo ganados por las exportaciones. Podríamos decir, nuevamente, que la liberalización y eliminación de las barreras proteccionistas no tienen influencia en el nivel de empleo a largo plazo, pero sí sobre la riqueza: los ingresos reales de las personas son mayores por poder acceder a una mayor cantidad y calidad de bienes, y a una mayor apertura a las inversiones y acumulación de capital.


3.

Si bien los problemas del proteccionismo son claros, muchas personas lo siguen adopotando sin reflexionar. ¿Por qué? Es posible que el proteccionismo sea el ambiente ideal para reflejar todos los desastrosos sesgos sistemáticos que tiene la población cuando nos referimos a la política y la economía, en concreto, el sesgo anti-extranjero, el sesgo anti-mercado, el sesgo anti-ahorro de empleo, y el sesgo pesimista. Quizás por esta razón el economista estadounidense Bryan Caplan tome al proteccionismo como el paradigma de la teoría que el público sistemáticamente apoya a pesar de que haya un consenso generalizado de economistas en todo el espectro político y económico de que el proteccionismo es malo.

¿Por qué existen estos sesgos? Principalmente por los horribles incentivos de la democracia. Las probabilidades de que un voto individual altere el resultado de las elecciones es nula. Los problemas de esto son dos. En primer lugar, el costo de informarse para votar correctamente es alto. El resultado es lo que se conoce como la teoría de la ignorancia racional: los votantes tienen incentivos a votar desinformadamente o no votar, pues ¿para qué perder el tiempo en un proceso si mi voto no puede cambiar el resultado de la elección? En segundo lugar, el costo de abandonar la irracionalidad es alto. El resultado es lo que se conoce como la teoría de la irracionalidad racional: los votantes tienen incentivos a comportarse de manera epistémicamente irracional, es decir, a no «formar creencias de manera razonada y lógica, no aceptar las creencias bien soportadas por la evidencia, no evitar falacias lógicas, no evitar contradicciones, no revisar las creencias a la luz de la evidencia en contra de ellas, etc.». En efecto, todas estas acciones tienen un costo psicológico importante, ¿por qué abandonar las propias creencias si el beneficio por abandonarlas es nulo debido a que el voto individual no afecta el resultado de las elecciones?

Así, el problema mayor es la externalización de esas malas decisiones. El costo de votar desinformadamente y de votar irracionalmente es externalizado al resto de la sociedad a través del proceso democrático, y es causado por los mismos incentivos del proceso democrático. Esta parece ser la razón principal de por qué se sigue apoyando el mito proteccionista a pesar de cualquier argumento o evidencia empírica.

Lo que podemos hacer es presentar nuestro tercer escenario, en el cual los costos del proteccionismo son internalizados completamente, y comprobar la ridiculez sobre la que se sostiene el argumento desnudo. Este escenario sería un mundo donde el proteccionismo se amplía no solo entre países, sino entre los mismos ciudadanos. Un proteccionista bien podría plantear exactamente los mismos problemas que con tanta soltura enuncia cuando habla del ámbito internacional: acaso como no produzco mi propia ropa, sino que alguien la produce por mi y luego la compro, esa persona me está privando de trabajar y confeccionar mi propia vestimenta, por lo cual habría que prohibir tal intercambio para garantizar mi empleo tejiendo mi propia ropa. ¿Por qué ningún proteccionista lleva sus propias conclusiones a este natural resultado? Pues porque imaginarse externalizar los resultados de una propuesta a un país entero es una cosa, pero imaginarse internalizar los resultados de una propuesta para uno mismo es otra.


Está de más decir que en este mundo, donde todos están "protegidos", todos tendrían trabajo, pero no produciendo bienes con mucho valor agregado, sino produciendo bienes de primera necesidad para si mismos. Somos todos más pobres gracias al proteccionismo. Menuda "protección".


B) Lo ahorrado se destina a la cración de otros empleos.

Supongamos el siguiente escenario. Ud cobra 15.000 $ al mes, de los cuales, a modo de simplificación, utiliza todos para comprar productos argentinos. Ahora las importaciones se abren totalmente, de un día para el otro. Ud. cambia su comportamiento y ahora dedica 10.000$ a comprar productos argentinos pero 4.000$ a comprar productos importados. El salario nominal sigue siendo el mismo, pero el salario real aumenta.

Ahora bien, ¿qué ocurre con el empleo? Como vimos en la sección A), la importación y la exportación van de la mano, por lo que los empleos perdidos por importar productos equivalentes a 4.000$ se ganan por exportar productos equivalentes a 4.000$. ¿Y los otros 1.000$? Los otros 1.000$ pueden 1) dedicarse al consumo (creando empleo en el sector de bienes de consumo) 2) dedicarse al ahorro (creando empleo en los sectores de bienes de capital), o 3) dedicarse al atesoramiento (creando empleo en los sectores de bienes monetarios, y transfiriendo poder adquisitivo desde los que atesoran hacia los que no atesoran).

En definitiva, el nivel de empleo seguirá siendo el mismo a largo plazo, con la diferencia que aumentan los salarios reales.



Conclusión


Eliminar las barreras proteccionistas no tiene influencia sobre el desempleo a largo plazo. Los empleos que se destruyen por la mayor importación se generan, o con los recursos liberados gracias a los precios más bajos, o con la mayor exportación, y con dos cruciales diferencias: 1) los empleos destruidos no generaban el suficiente valor para los consumidores - es por eso que ellos estaban forzados a no poder importar los bienes alternativos - mientras que los empleos generados sí lo hacen, y por eso existen; 2) los empleos destruídos estaban a cargo del bolsillo del consumidor, mientras que los empleos generados están a cargo del bolsillo de los capitalistas, que son precisamente los que deben cumplir la función en el mercado de asumir el riesgo de las inversiones.

El proteccionismo sí tiene, por el contrario, efectos negativos sobre los ingresos, aumentando el precio de los bienes o disminuyendo la variedad y calidad de lo que puede adquirirse - o lo que es igual, el proteccionismo reduce los salarios reales en relación a los salarios de un mercado libre.

domingo, 24 de julio de 2016

Sobre la desigualdad

Quisiera formular algunos breves postulados sobre la desigualdad para ulterior análisis. Estoy abierto a cualquier crítica o mejora.

Suponiendo que A es la persona con menos propiedades y B la persona con más propiedades, y suponiendo que el término redistribuir es coactivo y distribuir es voluntario, se deduce lo siguiente:

Sobre A

1) Mientras mayor sea la diferencia de propiedades entre dos individuos, céteris paribus, para A es mayor la utilidad obtenida de cualquier curso de acción que comprenda redistribuir la propiedad: siendo el costo el mismo, el beneficio es mayor.

2) Fuera del céteris paribus, el factor más determinante en las decisiones de A parece ser la efectividad en el régimen de protección de la propiedad privada. Si el nivel de protección fuera 100%, ningún fin relacionado a la redistribución tendrá valor. Si el nivel de protección es 0%, todos los incentivos son a perseguir cualquiera de aquellos fines. 

3) Otro factor importante es su propia moral: si le resulta éticamente repudiable confiscar la propiedad de otra persona, la desigualdad es irrelevante. Si le resulta éticamente dudoso o detestable, los incentivos son a redistribuir.


Sobre B

4) La utilidad marginal de la propiedad de sus bienes es menor mientras mayor sea la cantidad de éstos. Por tanto, asumiendo que el fin distribuir se encuentra en alguna posición fija de su escala de valoraciones (i.e., céteris paribus), mientras más propiedades tenga mayor será el incentivo a distribuirla.

5) A medida que aumenta la cantidad de propiedades, disminuye céteris paribus el costo marginal de su apropiación por medio de la redistribución que haga otro agente con ellas.

6) Dado 3) y 4), se deduce que existe un nivel de desigualdad tal que los costos de no distribuir son iguales los beneficios de no distribuir. Pasado tal nivel, B distribuirá. (¿Cómo determinar a qué nivel se sitúa ese nivel de desigualdad?)


Sobre A y B

7) Al existir un ente redistribuidor que puede legalizar sus propias actividades de redistribución (el Estado), el costo marginal de los fines asociados a tal fin disminuye, y los beneficios marginales de tal actividad aumentan. En otras palabras, este tipo de institución genera incentivos a ser A y desalienta ser B.

8) Distribuir implica reducir los incentivos a ejercer la redistribución, pues disminuye la utilidad marginal de los fines asociados a la redistribución tanto gracias a reducir voluntariamente la desigualdad, como gracias aumentar el peso de las valoraciones morales relativas a tal acción (es razonable asumir que donar tiene un impacto positivo relativamente alto). Dado que los valores morales tienen su peso en la asignación de fines a la escala de valoraciones, tal impacto haría reducir aún más el incentivo a redistribuir.