El argumento
que veremos aquí es el de Robert Nozick. En Anarchy, State and Utopia, Nozick parte con mucha prudencia desde el estado de
naturaleza siguiendo a Locke. El autor se plantea la pregunta de si es
necesario abandonar este estado de naturaleza, y por qué. Las conclusiones a
las que llega son tres: primero, que dentro del estado de naturaleza, sin que
se violen los derechos naturales de nadie, por un mero acto de mano invisible se crean agencias de
seguridad que prevalecen unas sobre otras y dominan un territorio dado. Luego,
Nozick continúa hacia cómo avanzaría esta agencia de seguridad hasta ser un
estado ultramínimo, y por último a ser un estado mínimo. A lo que nos concierne,
solo nos concentraremos en el primero de estos argumentos, especialmente porque
si las fallas se encuentran aquí, lo que luego deduce Nozick no es
necesariamente cierto.
Una excelente síntesis del
primer y principal argumento nozickeano la otorga Huemer:
«Robert Nozick
contends that the protection industry would succumb to natural monopoly because
the value of a company’s service is determined by the relative power of that
company in comparison with other companies. Nozick imagines agencies doing
battle to resolve disputes between customers. If one agency is more powerful
than another, the more powerful agency will triumph. Recognizing that it is
better to be protected by the stronger agency, the customers of weaker agencies
will migrate to stronger agencies, making the latter even stronger. Since this
sort of process tends to amplify initial differences in power, the natural end
result is that one agency holds all the power; that is, a monopoly of the
industry. Nozick goes on to explain how this dominant protection agency might
develop into a full-fledged government.» [1]
Hay varios problemas en
este planteo general. En primer lugar, el argumento histórico: no existe
ninguna evidencia de que ningún estado,
nunca, se haya formado así. Así explica Rothbard [2]
que la única forma de considerar un Estado como justificado (cualquiera sea su
tamaño) debe ser contractualmente
partiendo desde el estado de
naturaleza. Pero para ello, ¡hay que volver a tal estado de naturaleza en
primer lugar! Por tanto, y como dice con mucha gracia Rothbard, «le incumbe por tanto a Nozick
unirse a los anarquistas para reclamar la abolición de todos los Estados
actuales y sentarse luego cómodamente a esperar que actúe aquella mano
invisible de la que nos habla»[3].
En segundo lugar, su
extraña concepción en los tres escenarios imaginarios que plantea.
En el
primero, las agencias luchan hasta que una resulta victoriosa (lo que hace que
los clientes de la agencia perdedora la dejen, y compren los servicios de la
ganadora).
En el segundo, las agencias han ganado áreas geográficas más o menos
específicas, virtualmente haciendo que aquellos que se encuentren más cerca
compren sus servicios.
En el tercero, las agencias (luego de luchar y no ganar,
o no luchar en absoluto) deciden acordar pacíficamente el conflicto,
preferentemente, de acuerdo a un tercero imparcial (juez o tribunal) que decida
quién tiene razón.
El problema de los dos
primeros escenarios es que son claves en el proceso de mano invisible que dice
Nozick, y no se dan. ¿Por qué una
empresa gastaría dinero en combatir cuando puede resolver el conflicto casi sin
costo alguno recurriendo a un tribunal? Como mucho, podrá decirse que no siempre sucederá así. Es cierto.
Ningún anarquista diría que no. Pero decir que puede pasar de vez en cuando (y
que la empresa que lo haga pondrá en duda su permanencia en el mercado) es
completamente distinto a decir que pasará
irremediablemente a un nivel masivo, donde todas las agencias pelearán con
otras hasta que quede una. Esto parece ser un escenario completamente irreal, equivalente a decir que "todos actuarán de forma imprudente
todo el tiempo". Por suerte o por desgracia, en el mundo real la locura es una excepción, no la regla.
En definitiva, el escenario
más probable para la abrumadora mayoría de los casos es el tercero: una
resolución pacífica entre las agencias de seguridad. Pero nótese que, sin
luchas permanentes, el planteo de la mano invisible nozickeana llega a un
callejón sin salida: ¿cómo quedará una
sola agencia si casi ninguna de ellas pelearán entre sí? ¿Qué motivará a
las personas a pasar de la agencia perdedora a la agencia ganadora, si no existe batalla
en la que haya ganadores y perdedores?
Huemer también ve
otro principal problema de Nozick: «If the task for which one hires a
protection agency were that of fighting other agencies, then Nozick analysis
would be correct. But one does not hire a protection agency to fight other
agencies, nor would agencies provide that service». [4] Precisamente, uno contrata los
servicios de las empresas de seguridad para protegerse contra criminales y
castigar delincuentes, no para iniciar guerrillas contra otras agencias de
seguridad. Además, como ya hemos visto, es extremadamente inviable que existan este tipo de empresas protectoras de criminales.
Otras muy extrañas
conclusiones de Nozick pueden leerse en los mismos párrafos. Por ejemplo, las
afirmaciones de que «únicamente
una agencia de protección opera sobre un área geográfica dada»; o por ejemplo cuando
habla del arbitraje, diciendo que «aunque
diferentes agencias operan, existe un solo sistema judicial unificado (...)»[5]
¿De dónde se deducen tales
afirmaciones?
¿De dónde se deduce que
solo habrá una y solo una agencia de
protección en un área geográfica? ¿De dónde se deduce que por recurrir al
arbitraje para resolver conflictos, habrá un sistema judicial unificado? Evidentemente, de ningún lado. Estos
son muy claros non-sequitur, y el propio Rothbard así los trata: «Me permito señalar que (...) el
resto es un non-sequitur. El hecho de que cada una de las agencias de seguridad
acuerde con todas las restantes someter sus disputas a cortes de apelación o de
arbitraje particulares no implica un sistema judicial federal unificado» [6].
Peor aún, una vez virtualmente eliminada la lucha entre agencias de seguridad,
no queda ningún argumento que sostenga en pie que quedarán agencias dominantes
en zonas geográficas. Bien podría
decirse que puede haber otra deducción lógica para llegar hasta aquí, pero
simplemente Nozick no la ofrece. El argumento así desnudo, se supone demasiado
frágil: de la misma forma que las empresas no necesariamente tienen un área geográfica dada sobre la cual todos
los individuos compren sus productos, sino más bien una competencia reñida, lo mismo ocurriría con las agencias de
seguridad, y con cualquier otra empresa. No hay razones para pensar que, más
allá de cierta eficiencia geográfica objetiva, existan verdaderos motivos
para una monopolización geográfica de
una agencia de seguridad.
El último argumento que nos
otorga Nozick es, siguiendo a Rothbard, que «dado que el valor de lo que es inferior al producto
máximo disminuye de una manera inversamente proporcional al número de los que
buscan dicho producto, los clientes no se contentarán siempre con el bien menor
y las compañías competidoras se verán atrapadas en una espiral decreciente».
A lo que Rothbard se pregunta: «Pero
¿por qué?». Precisamente, ¿por qué? Yo me preguntaría: ¿por qué lo que
dice Nozick que pasa en este mercado particular no pasa en ningún otro mercado? No hay a la vista ninguna razón por
la que los productores de hamburguesas, electrodomésticos, automóviles o juegos
electrónicos estén atrapados en una
espiral decreciente. Y son mercados con una amplia gama de calidad y
cantidad, no mercados que sean ni remotamente perfectos en un sentido neoclásico (es decir, se debería ver
incluso con mayor intensidad en éstos mercados la supuesta espiral por la mayor
diferencia entre los "productos máximos" y los "bienes
menores"). Es claro que tal espiral sencillamente no existe.
En conclusión, los
argumentos de Nozick, al igual que los de Rand, tampoco se sostienen. A Nozick
no pareció importarle demasiado. En una nota al pie [7]
sostiene que la lectura de Rothbard (y también la lectura de David Friedman) «ha sido muy provechosa; sin
embargo, ninguno me llevó a revisar lo que he escrito aquí».
[1] Huemer, The Problem of Political Authority, 10.10.1, The Size Advantage in Combat
[2] La
Ética de la Libertad, Robert Nozick y la
Concepción Inmaculada del Estado.
[3]
Ibid.
[4]
Huemer, Ibid.
[5]
Nozick, Anarquía, Estado y Utopía,
El Estado de Naturaleza, La Asociación de
Protección Dominante
[6]
Rothbard, Ibid.
[7]
Nozick, Ibid, Asociaciones de Protección,
nota al pie nro. 10